El mundo del trabajo se ve profundamente afectado por la pandemia mundial del virus. Además de ser una amenaza para la salud pública, las perturbaciones a nivel económico y social ponen en peligro los medios de vida a largo plazo y el bienestar de millones de personas. La OIT y sus mandantes –gobiernos, trabajadores y empleadores– tendrán un papel decisivo en la lucha contra el brote, pues han de velar por la seguridad de las personas y la sostenibilidad de las empresas y los puestos de trabajo.

 

Nota: Sector de la confección en Asia y el Pacífico

Las mujeres, especialmente afectadas por el impacto de la COVID-19 en el sector de la confección

Un fuerte aumento de despidos de trabajadores a causa de la pandemia, junto a las prácticas existentes de discriminación en el trabajo y a la distribución desigual de la carga de cuidado, han afectado de manera desproporcionada a las trabajadoras de la confección.

BANGKOK (OIT Noticias) – En la industria de la confección, el impacto de la COVID-19  sobre las mujeres se ha agravado debido a prácticas subyacentes como la discriminación y el acoso, la falta de representación de las mujeres, la disparidad de los salarios, así como la distribución desigual de las tareas de cuidado no remuneradas y de las responsabilidades familiares, según una nueva nota informativa de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Titulada Gendered impacts of COVID-19 on the garment sector  (Impacto de género de la COVID-19 en el sector de la confección), la nota informativa tiene el objetivo de sensibilizar sobre la dimensión de género de la pandemia y de determinar de que manera afecta la COVID-19 a las trabajadoras y los trabajadores del sector de la confección.

“Las mujeres representan aproximadamente 80 por ciento de la fuerza de trabajo del sector de la confección, por lo tanta ellas se ven afectadas de manera desproporcionada por las numerosas consecuencias de la pandemia de COVID-19. Sin embargo, las mujeres también sufren otros efectos debido a los desafíos que tienen que enfrentar en el lugar de trabajo, así como las expectativas en relación a sus obligaciones en el hogar”, explicó Joni Simpson, especialista principal de género en la Oficina Regional de la OIT para Asia y el Pacífico.

Un estudio reciente de la OIT puso de manifiesto que las importaciones realizadas por los principales países compradores a los países exportadores en el sector de la confección en Asia disminuyeron de 70 por ciento en el primer semestre de 2020, como consecuencia de la COVID-19. Esto ha causado un fuerte incremento de los despidos de los trabajadores ya que las fábricas que reanudaron sus actividades con frecuencia operan con una capacidad mano de obra reducida. Se estima que, en 2019, la región de Asia y el Pacífico empleaba a 65 millones de trabajadores del sector de la confección, lo cual representaba 75 por ciento de todos los trabajadores de la confección a nivel mundial.

La nota informativa pone de manifiesto las repercusiones a corto, mediano y largo plazo de la crisis sobre las trabajadoras. Contiene además una serie de recomendaciones para ayudar a construir una industria más justa y resiliente y garantizar una mayor igualdad de género.

Las recomendaciones prestan especial atención a las prácticas de cierre y reducción de personal, así como a las obligaciones desproporcionadas de cuidado no remunerado de las mujeres, de manera que puedan regresar al trabajo una vez que las fábricas reanuden sus actividades. Los esfuerzos para hacer frente a la pandemia de COVID-19 deben tener en cuenta la manera específica en que las mujeres y los hombres sufren las repercusiones del coronavirus en el trabajo, en el hogar y en sus comunidades. Se destaca además la importancia de intensificar los esfuerzos para luchar contra la violencia y el acoso en el lugar de trabajo, en vista de los nuevos datos que muestran que la COVID-19 ha aumentado el riesgo de la violencia de género. La necesidad de asegurar la voz, la representación y el liderazgo de las mujeres en el diálogo y la toma de decisiones también es considerada esencial a fin de garantizar una recuperación plena y equitativa de la pandemia.

“Es fundamental que los gobiernos, las empresas y otras partes interesadas comprendan las repercusiones pluridimensionales de la pandemia de COVID-19 sobre las trabajadoras y los trabajadores, y elaboren políticas que faciliten una recuperación inteligente, sostenible y sensible a las cuestiones de género. De otra manera, la crisis generada por la COVID-19 amenaza con exacerbar las desigualdades preexistentes y comprometer la sostenibilidad social y económica del sector de la confección”, afirmó Jessica Wan, especialista de género del Programa Better Work.

La nota informativa fue elaborada por el proyecto sobre Trabajo decente en las cadenas de suministro de la confección en Asia de la OIT-Sida y el programa Better Work de la OIT y la Corporación Financiera Internacional (CFI).

Fuente: OIT (Organización Internacional del Trabajo)